Extractos y notas sobre manifiestos históricos

Extractos y notas sobre manifiestos históricos

Estas notas y datos, sobre manifiestos históricos, son la parte acompañante de mi manifiesto (“Manifiesto del instinto y la razón a favor del futuro del arte”). Cuando lo escribí, mi pretensión fue la de servir de ilustración y ejemplo para una parte reflejada en mi manifiesto (“vanguardias actuales” que no merecen esa distinción). Digamos que ésta es la segunda entrega del Manifiesto.

1. MANIFIESTO FUTURISTA. 1909.
En 1909 se publica en Le Figaro el Manifiesto Futurista, escrito por Marinetti, quien tuvo vinculación con el movimiento fascista. Se exaltan: el amor al peligro, los movimientos nacionalistas, la energía, la rebelión, la audacia, la velocidad, la lucha contra el pasado, la agresividad y la guerra (”La única higiene del mundo”), el cachetazo y el puñetazo… “Queremos destruir los museos, las bibliotecas, combatir el moralismo y el feminismo…”.

Nota periodística extraída de la revista Semana (febrero de este año) sobre ARCO 2015. “Artes Violentas: respuestas tan inquietantes como desnudos armados de grandes cuchillos” y una fotografía que ilustra sobre el acontecimiento. Postulado ya viejo del artista expositor: “Creo en la crueldad del artista para hacer añicos la sociedad”.

2. MANIFIESTO DADA. Tristán Tzara, 1918.
DADA nació de una necesidad de independencia y de la desconfianza hacia la humanidad. “No hay una verdad definitiva… Yo estoy contra los sistemas…. Proclamamos al arte como única base de entendimiento… La individualidad y la libertad es DADA.

Marcel Duchamp no se alistó al dadaísmo, pero fue el creador más activo de su filosofía y el primer conceptualista neto. Su influencia tuvo efecto cuarenta años después de su “Fuente”, de 1917 (la famosa pieza de urinario público).

Nota periodística de El País sobre el Pabellón de España en la Bienal de Venecia de 2003, con un artículo escrito por Antonio Muñoz Molina: “En la reciente Bienal de Venecia, el Pabellón de España era inaccesible para la mayor parte de los visitantes, porque se exigía un documento de identidad español para entrar en él […] El Pabellón de España estaba vacío, a no ser por los cascotes que llenaban el suelo, y por un retrete nada limpio que quizás era un homenaje a Marcel Duchamp […] Como aún podría haber personas tan cerriles que no podían captar a primera vista el hondo significado del pabellón español, las autoridades culturales, los expertos y el propio artista han descendido a dar las oportunas explicaciones: se trataba, nos dicen, de denunciar la existencia de fronteras que impiden la libre circulación de seres humanos […] El arte más moderno ha descubierto sin sonrojo la polvorienta división entre la apariencia y el mensaje profundo”. Postulados tan gastados como el de una exposición en el Reina Sofía (“fuentes” como la de Duchamp por las paredes y algún aditamento más).

3. MANIFIESTO CONSTRUCTIVISTA HOLANDÉS.
NEOPLATONISMO. Movimiento holandés iniciado por Mondrian en 1917. Artistas y arquitectos, con la revista Stijl, defendieron el orden claro y geométrico. Abstracción progresiva, los elementos se reducían a líneas rectas horizontales y verticales; y los colores, al negro, blanco, gris y los tres primarios. Se eliminó todo lo que consideraron superfluo, hasta llegar a lo más elemental partiendo de un planteamiento racionalista.

4. MANIFIESTO SURREALISTA.
El primer manifiesto surrealista de André Breton es de 1924: “Automatismo psíquico puro para expresar verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Dictado del pensamiento, sin intervención reguladora de la razón, ajeno a toda preocupación o moral”.

El surrealismo recibió influencias de Freud y utilizó los recursos anacrónicos en la utilización de palabras cruzadas de Apollinaire. Mientras que lo insólito es pura creación, lo publicitario suele ser un arma de mal uso. Si Duchamp fue el gran creador a partir de lo insólito, Dalí mercantilizó el factor publicitario.

En mi manifiesto se abría una “vía de agua” surrealista que daba paso a preguntas sobre: antecedentes históricos, sobre el surrealismo subyacente y el surrealismo no figurativo. Campos para uso y disfrute de historiadores y críticos del arte. En este orden de casos, sin ánimo de incordiar aún más, pueden surgir obras como la que aquí presento como ejemplo, en la que se produce una confrontación entre un surrealismo “figurativo” con otro “no figurativo”. ¿Por qué no? ¿Quién dijo miedo? El ejemplo que presento para el caso lleva por título “Homo sierpe”, el único cuadro que formó parte de un proceso que abandoné en vía muerta (“Proyecto hombre”, de finales de siglo). Con motivo de mis reflexiones surrealistas, en mayo de este año, incorporé a este cuadro figurativo (con marioneta de piel de serpiente), una oquedad cargada con elementos surrealistas no figurativos.

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